La primera planta responde a un programa flexible, que puede ser usado tanto como lugar de reuniones, y despacho, o como apartamento de dos habitaciones. A lo largo de la fachada trasera se dispone una segunda piel interior de mobiliario. La modulación de esta larga pieza de mobiliario se adapta a la posición desordenada de las ventanas enfatizando con embocaduras blancas el grosor del propio muro. El mobiliario realiza una función ordenadora del espacio generando ritmos verticales y escala. Todos los muebles marcan una cota horizontal por debajo de las vigas principales habilitando así, su función de distribución interior al generar el acceso semi-privado a la zona de lavabo. Este mismo volumen de mobiliario se dobla para formar el acceso a la cocina permitiendo independizarla o conectarla con el espacio del comedor, según se desee.